La Caravana de la paz en Chiapas - 15 de Septiembre de 2011
Fuente:
Las 12 razones de Sicilia para no
dar el Grito
PARIS
MARTÍNEZ
Antes de que
concluya el encuentro de organizaciones civiles chiapanecas en San Cristóbal de
las Casas, Javier Sicilia se disculpa y parte, aclarando que lo hace por la
cita que la mañana de este viernes tiene pactada con el Ejército Zapatista de
LIberación Nacional, el Oventic. La chamarra sobre los hombros acentúa la curva
que el cansancio impone a su espalda.
El
poeta Javier Sicilia y Julian LeBaron, miembros del Movimiento por la Paz, en
la frontera entre Ciudad Hidalgo, Chiapas y Tecún Uman, Guatemala. Foto:
Cuartoscuro.
- ¿Qué te llevas
a la cama, al final de esta jornada? –se pregunta al representante del
Movimiento por la Paz– al concluir el séptimo día de recorrido por los estados
del sur más afectados por la violencia y en referencia al pleito que temprano
sostuvo con un par de reporteros que, más que preguntar, afirmaban que su
movimiento ya no genera interés ciudadano; en referencia a los dos integrantes
de la Caravana de Paz que por la madrugada de ayer fueron descubiertos en
estado de ebriedad; en referencia a los dos intrusos que ingresaron al lugar
donde acampaban los caravaneros en la frontera con Guatemala, evidenciando la
falta de esquemas internos de seguridad; en referencia también a la cancelación
de su visita a Acteal, donde acompañaría la ceremonia conmemorativa de la
Independencia mexicana de los indígenas chiapanecos; y, finalmente, en
referencia a su desmayo del día anterior.
El poeta ríe.
- Esa es una
pregunta que no te puedo contestar –dice, por lo bajo–, estoy fatigado… pero el
de esta noche fue un acontecimiento importante, hace 15 años que no se reunían
todas las organizaciones civiles (prozapatistas de Chiapas) y esto significa
una rearticulación importante de un movimiento que ha estado cercado tanto por
los medios de comunicación, como por estrategias militares.
Ante ellos,
momentos antes, en el Teatro Hermanos Domínguez de San Cristóbal de las Casas,
el poeta renunciaba a dar el tradicional Grito de Independencia, como el del
cura Hidalgo, para reclamar libertad, autonomía, seguridad y respeto… y lo
cambiaba por silencio.
La
caravana llegando a la frontera con Guatemala. Foto: Cuartoscuro.
Aquí, las doce
razones por las que, afirmó, este 15 de septiembre fue mejor callar, en vez de
sumarse a la algarabía oficial:
1. No podemos
pronunciar los nombres de los héroes que nos dieron patria, ante un tejido
social que la clase política y el desprecio de los poderes fácticos ha ido
desgarrando; nuestros jóvenes y niños tienen destruido su futro, que es el
futuro del país…
2. No podemos
gritar porque cargamos la cuenta en nombre de nuestros muertos que la frialdad
del estado, el más frío de los monstros fríos, ha querido ocultar bajo la
legislación, la estadística y el desprecio que insulta con el registro de bajas
colaterales…
3. No podemos
gritar porque la corrupción de la clase política y la impunidad ha borrado la
vocación fundamental del Estado, que es cuidar la seguridad de los hijos e
hijas de la patria, y a causa de ello, millones de nosotros vivimos en el
terror y la miseria…
4. No podemos
gritar porque hoy ningún ciudadano puede transitar por los espacios públicos,
poner un negocio o cultivar su tierra, sin correr el riesgo de ser levantado,
extorsionado, despojado o asesinado…
5. No podemos
gritar porque los MP no sólo no están procurando justicia para las víctimas,
sino que, bajo este lodo en el que se ha convertido el suelo del país, las
desprecian e incluso se les amenaza, porque la delincuencia que habita en
muchos funcionarios y miembros de partidos que han hecho de la noble palabra
“gobernar” una forma de pervertir, de explotar la nación y vincularse con el
crimen pero también ser impunes, protegidos por la misma clase política, en
tanto castiga a hombres y mujeres cuyos delitos son en su mayoría faltas
morales, delitos del hambre, o disidencias políticas.
6. No queremos
gritar, porque el gobierno, al igual que los delincuentes del crimen
organizado, solo tienen imaginación para la violencia y piden militarizar al
paíz, como una falsa garantía de paz.
7. No podemos
gritar porque el latido del corazón de la patria está desacompazado, vivimos en
un pantano hecho de miseria y despojo, y ya no sentimos la patria bajo nuestros
pies. Por eso, hoy, este 15 de septiembre de 2011 guardamos silencio.
8. El silencio
grita que nuestra independencia está traicionada, ante la sangre de nuestros
seres queridos, la sangre de los hijos e hijas de la patria.
9. El silencio
grita que la corrupción e indignidad de los señores de la muerte han llegado y
humillado los gritos de Independencia que los gobernantes gritan en las plazas
vacías y que son una mentira que nos humilla a todos.
10. Este
silencio grita que necesitamos una ley de seguridad ciudadana y humana que haga
la paz y no continúe la guerra, que necesitamos visibilizar a las víctimas,
mediante una Procuraduría de Atención y una Comisión de la Verdad, que les den
la justicia y el acompañamiento que les han negado.
11. El silencio
grita que necesitamos respeto a los Acuerdos de San Andrés, que los intereses
del mercado y la miopía del Estado sin sustancia han traicionado, así como
repensar un mundo en el que, como en el mundo de las abejas, bajo la proporción
divina pueden caber muchos mundos…
12. Nuestro
silencio grita en este lugar que entre todos podemos hacer la paz, con justicia
y dignidad, una paz que sólo puede nacer de la humildad, del amor, de los más
pequeños, como el pueblo de Acteal, como las comunidades indígenas.
Sicilia
en su camino hacia el sur. Foto: Cuartoscuro.
Sicilia el punk
El dirigente del
Movimiento por la Paz aprovechó el encuentro nocturno para pedir “a la prensa
una disculpa por el exhabrupto de la mañana… estoy tenso –explicó–, y pues,
sacaron al punky que traigo adentro, y es que me molestaba es que los
reporteros focalizan demasiado sobre mi persona, cuando yo no soy importante,
soy sólo la voz que amplifica otras voces, las voces del dolor, de los
agravios, la voz de la dignidad, de la reserva moral del país, de las víctimas,
de la gente que ama este país, que quiere la unidad, la paz, que quiere
transformarlo”.
“El evento del
miércoles –afirmó– había sido muy importante, porque habíamos llegado al punto
donde habíamos quedado, nos juntamos en la frontera, pasamos incluso a
Guatemala, dijimos e hicimos cosas importantes y las preguntas de dos
reporteros (de El Sol de México y EfektoTV) no estaban visibilizando eso, no
estaban haciendo visible la dignidad que estamos tratando de llevar al pueblo
de México; no están visibilizando la emergencia nacional que vivimos, ni a este
México que quiere la paz, y que se expresa con el acogimiento, con el amor, con
el dolor transformado en amor y dignidad, no visibilizan a las 10, 15, 20
señoras que se pasaron quizá la noche entera haciendo tamales chiquitos,
verdaderament exquisitos, eso es lo que hay que decir, lo que hay que mostrar,
si aman realmente este país, si realmente quieren pacificarlo, y no abonar a la
violencia, en vez de hacer preguntas estructuradas para que el güey de Sicilia
se equivoque o caiga en una trampa, no estoy en campaña y no nos interesa la
campaña… les pido una disculpa por la falta de respeto, pero les pediría que
miraran la profundidad de las cosas que traemos…
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