agosto 01, 2011

Proyecto Mundo maya

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MUNDO MAYA… LA NUEVA CONQUISTA
Agencias | 31 de Julio del 2011
Distrito Federal.- Montado en la mundialmente difundida idea de que los mayas predijeron para el próximo 2012 el fin de un ciclo o, peor, el fin del mundo, el gobierno de Felipe Calderón desempolvó el proyecto turístico Mundo Maya originalmente propuesto en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, para tratar de atraer turistas de todo el mundo hacia los estados del sur y sureste del país.
El proyecto fue dado a conocer el 21 de junio pasado en el Museo Nacional de Antropología, en un acto al que asistieron empresarios y operadores turísticos, y en el cual se enlazaron en directo los gobernadores de Campeche, Fernando Ortega Bernés; Chiapas, Juan Sabines Guerrero; Tabasco, Andrés Granier Melo; y Quintana Roo, Roberto Borge Angulo. Ivonne Ortega, de Yucatán, no pudo enlazarse debido al huracán Beatriz.
Esta vez, sin embargo, no sólo se está poniendo en bandeja de plata a los inversionistas –sobre todo extranjeros– las mejores playas, propiedades y tierras aledañas a las zonas arqueológicas. A decir de los antropólogos e investigadores Iván y Jorge Franco Cáceres, literalmente se está “abonando el terreno” para la explotación de las vastas riquezas naturales y minerales existentes en la zona.
Se trata, resumen vía telefónica desde Yucatán, de un proyecto de “liberalismo salvaje” que terminará por integrar la economía de México y de los países de la frontera con Centroamérica, a la economía norteamericana. Está además destinado a las elites cuyo divertimento son los clubes de golf, de yates, las marinas y los resorts, y en el cual el discurso oficial que habla de desarrollo económico de la zona y creación de empleos, se traducirá en la realidad en un mayor abandono de tierras de cultivo y la contratación de la población local como mano de obra barata en los servicios turísticos.
Señalan que aunque los proyectos Mundo Maya de Salinas y Calderón tienen coincidencias, el contexto en el cual se desarrollan es distinto. El primero, recuerda Jorge Franco, especialista en el estudio del impacto de desarrollos turísticos e inmobiliarios en la zona maya, entre ellos el proyecto Maya Zamá, tuvo su origen en la Secretaría de Turismo (Sectur) que encabezaba Carlos Hank González.
Iván Franco, doctor en Ciencias Políticas por la UNAM, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y autor entre otros libros de Los proyectos neoliberales sobre cultura y patrimonio cultural en México (editado por la Universidad Autónoma de Yucatán), añade que aunque ya estaba permeado por las políticas neoliberales y del libre comercio, todavía era un proyecto del Estado mexicano, no de las transnacionales. Se centraba en la explotación de cultura y los sitios prehispánicos de lo que fue Mesoamérica, así como de los paisajes naturales, pero bajo la batuta del gobierno federal.
Diez años después comienza a tenerse más clara idea de la riqueza en recursos naturales estratégicos que hay en la zona debido al impacto de uno o varios meteoritos en la Península de Yucatán (el más grande formó el cráter de Chicxulub), que dejaron en el subsuelo grandes cantidades de iridio, platino y otros materiales de alto valor.
Se encuentra también cerca de los llamados Hoyos de Dona, ricos en recursos petroleros, ubicados en el Golfo de México, en aguas marinas que México comparte, del lado occidental, con Estados Unidos, y en el oriental también con él mismo y con Cuba.
“Ahora que ya hay una noción muy vasta de lo que hay en términos de riqueza y explotación de los recursos naturales y estratégicos, el discurso del propio Estado cambió porque las transnacionales norteamericanas y europeas, incluidas las que están promoviendo el turismo, empiezan a interesarse más en toda esta zona”.
Después del sexenio salinista, durante el gobierno de Ernesto Zedillo se siguió dando cierto impulso al proyecto Mundo Maya, e incluso para junio de 1996 se anunciaba que el empresario Roberto Hernández convertiría las abandonadas en haciendas henequeneras, que había adquirido a costos de entre 300 mil y un millón de pesos, en hoteles de “gran calidad”, en donde podrían descansar los visitantes a las zonas de Uxmal, Chichén–Itzá, Celestún, Mérida, Campeche, los conventos coloniales y Jaina, entre otros sitios (Proceso, 1025).
*** Cambio de ruta
Durante el gobierno de Fox, rememoran, el discurso gubernamental no se enfocó al desarrollo turístico. En opinión de Jorge Franco los Hank disminuyeron su poder con la pérdida de la presidencia de la República por parte de Francisco Labastida. Y aunque Fox no había anunciado nada durante su campaña para la zona del sur–sureste, al poco tiempo de su arribo a la presidencia dio a conocer el Plan Puebla–Panamá en el cual explícitamente se abría la puerta a la instalación de refinerías.
Aunque debido a la crisis global hay disminución de inversiones extranjeras (así lo reconoce la propia Secretaría de Turismo), paradójicamente, dice Iván Franco, sigue habiendo empresas transnacionales que se están apropiando de grandes extensiones de terreno para establecer sus desarrollos turísticos o de otros giros de negocio:
“Estamos viviendo, sobre todo de los noventa a la fecha, un proceso muy similar a la conquista española de grandes compras o despojos de tierra. En esas épocas, los siglos XV y XVI, eran tierras que concedía la corona a los encomenderos, a los ganaderos. En este caso son tierras que está sacando al mercado el propio Estado o la iniciativa privada”.
Añade que luego de los cambios al artículo 27 Constitucional (para modificar el Ejido) los campesinos, que han dejado de recibir apoyo del Estado para producir, se han visto obligados a vender sus tierras a los grandes inversionistas.
Ha sido fácil también, dice Jorge, porque los marcos jurídicos del uso de suelo se han hecho más flexibles, pero además porque los gobiernos estatales y municipales han encontrado un mecanismo: Crear nuevos municipios con nuevas reglas. Así, por ejemplo, Cozumel se partió y quedó en Cozumel la isla y del otro lado el municipio de Solidaridad que responde “a los grandes intereses turísticos del gobierno federal y del gobierno del estado de Quintana Roo”.
Subraya que el nuevo plan turístico “está determinando no solamente que el Estado se aleje de ciertas responsabilidades que tenía con la población local, sino que está creando nuevas condiciones en cuanto al manejo de límites políticos y zonas territoriales, y lógicamente esto tiene mucho que ver con las facilidades y con los planes estratégicos que se están manejando para promover grandes desarrollos turísticos para darle entrada a marinas y a campos de golf y evitar reclamos por ejemplo de tierras ejidales”.
Iván agrega: el conocimiento de los recursos naturales en el subsuelo y los Hoyos de Dona, la utilización de las zonas arqueológicas y los paisajes naturales, las inversiones extranjeras y nacionales, embona con el discurso de detonar el desarrollo turístico y crear empleos en una región “deprimida económicamente” y con bajos niveles de ingresos.
Desde la llegada de Felipe Calderón a la presidencia, se anunció en el Plan Nacional de Cultura 2006–1012 que se impulsaría el “turismo cultural”. Destaca el investigador que incluso se habla de utilizar las zonas arqueológicas como un potencial para el progreso. Esto ha llevado a que los desarrollos inmobiliarios y turísticos se hagan no sólo de grandes propiedades, sino buscar la cercanía con zonas arqueológicas.
Los desarrolladores hablan en sus promociones de esa cercanía, de los paisajes naturales, de crear lagos artificiales... “para ofrecer el paquete completo a los turistas. Y la cantaleta de siempre de que se desarrollan hoteles, spas, campos de golf. Es la venta casi al por mayor de las tierras del país”.
Es la utilización, agrega Jorge Franco, del patrimonio cultural tangible e intangible como un plus para los servicios turísticos para la atención de grupos como los spring breakers, los baby boomers y hasta para la promoción del arribo de cruceros.
La Asociación Mexicana de las Agencias de Viajes, presidida por Jorge Hernández, anunció a los medios que el sector turístico ofrecerá paquetes de entre 5 mil y 8 mil pesos por persona por cuatro días, con avión incluido para aquella zona maya.
A través de la dirección general de Comunicación Social de Sectur, encabezada por Alberto Petrearse, se solicitó una entrevista con Amado Contreras Wong, coordinador del Programa Mundo Maya, y la respuesta fue que se buscaría un lugar en su agenda. Incluso se le enviaron las preguntas por correo electrónico, pero no hubo respuesta.
En la escasa información que la página web ofrece sobre el Programa se indica que la región Mundo Maya ofrece al turismo nacional e internacional: “Sol y playa, cultura, ecoturismo y aventura, buceo, cruceros, negocios y convenciones”. A través suyo se busca, entre otros propósitos, consolidar a la Organización Mundo Maya integrada desde hace un par de décadas por los países de Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, que participan conjuntamente del plan.
En la ceremonia en el Museo de Antropología se anunció que se promoverán 10 zonas arqueológicas, se remodelarán algunas y se abrirán Sak T’zi o Plan de Ayutla, en Ocosingo, Chiapas; e Ichkabal, en la reserva forestal de Bacalar, en Quintana Roo.
Asimismo, se creará el Museo de Arqueología en Cancún, así como el Gran Museo del Mundo Maya en Yucatán, cuyo contrato de construcción y operación fue adjudicado por el gobierno de Ivonne Ortega a Promotora de Cultura Yaxché, S.A. de C.V., propiedad de Carlos Hank Rohn. El anuncio lo hizo Jorge Esma Bazán, director del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del estado de Yucatán (Cultur) el pasado 8 de junio, día en que fue aprehendido Jorge Hank Rohn. La oferta de la empresa fue de 143 millones de pesos y el contrato será por veinte años, como informó la reportera Rosa Santana en la agencia apro.
Habrá también más de 500 programas y actividades culturales. Se terminará la restauración del exconvento de Santo Domingo de Guzmán en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Y se prevé el fortalecimiento de la infraestructura carretera. Se ha difundido en los medios que está listo el tren rápido transpeninsular que comunicará a Yucatán, Quintana Roo y Campeche y trasladará anualmente un millón de pasajeros así como mercancías.

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