agosto 18, 2011

Tributo a Zeferino Nandayapa en Bellas Artes

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TRIBUTO A ZEFERINO NANDAYAPA EN BELLAS ARTES
El músico chiapaneco, fallecido en diciembre pasado y que consagró su vida a la marimba, recibirá un homenaje en el máximo recinto cultural del país.
Sus hijos y sus nietos, los actuales integrantes de la Marimba Nandayapa, interpretarán piezas con clásicos arreglos del maestro.
2011-06-17•Cultura
Era el año 1952, apenas tenía 15 años cuando viajó de su natal Chiapa de Corzo, Chiapas, a la Ciudad de México con la firme resolución de estudiar la carrera de piano y dirección de orquesta. Para entonces ya tenía ocho años tocando marimba, desde que su padre, don Norberto, le fabricó un instrumento adecuado a la estatura de un niño.
El trabajo fue el único camino que transitó Zeferino Nandayapa desde aquellos días hasta el 29 de diciembre pasado en que falleció a los 79 años. Javier, su hijo menor, recaba en la memoria familiar:
“Por esos años estudiaba la secundaria nocturna, el conservatorio durante el día y en las noches del fin de semana salía a trabajar a las fiestas, a los bares o a hacer grabaciones, que hizo una cantidad impresionante de ellas como músico de sesión”, explica.
Por su situación económica, don Zeferino no concluyó la carrera, pero los cuatro años que estudió, aunados a los conocimientos que ya poseía, le fueron suficientes para transformar la historia de la marimba en México.
Nandayapa se esmeró hasta lograr llevar este instrumento del mercado o la esquina de barrio, donde tradicionalmente se les ve, a las salas de concierto como instrumento solista en una gala de orquesta, para interpretar lo mismo composiciones típicas, adaptaciones de música de orquesta o aquellas escritas por él, donde fusionaba la tradición con la modernidad.
Hoy, decir marimba es decir Zeferino Nandayapa y viceversa. Consagró su vida a este instrumento y en correspondencia obtuvo reconocimiento, y como dice Óscar, su hijo mayor, una vida digna para su familia conformada por su esposa y sus cuatro hijos, y ahora a sus nietos.
Los premios
•••Este es un buen momento para reconstruir y honrar una historia de mucho esfuerzo, en la que los apoyos no siempre llegaron a tiempo. Una historia en la que el reconocimiento es indiscutible, como el Premio Nacional de las Artes en la rama de Artes y Tradiciones Populares en 1996. Fue una vida, sin embargo, que en el día a día careció de apoyos y provocó que más de una vez don Zeferino representara a México en un festival internacional pagando todos los gastos del viaje del grupo, como si se tratara de las vacaciones familiares.
El homenaje será musical y participarán la Orquesta Filarmónica de Querétaro con su director titular, José Guadalupe Flores, además estarán el grupo Voz en punto y el acordeonista Antonio Berberena, pues Zeferino tocaba bien el acordeón ya que era multiinstrumentista.
“Y casi al final —señala Javier Nandayapa— se dará lugar al jazz, mi padre no fue comprendido por los músicos de su generación pero sí por los jóvenes; entonces un sobrino muy joven, Gustavo Nandayapa tocará con la agrupación de Héctor Infanzón, además de que el famoso vibrafonista Víctor Mendoza tocará su composición Zeferino”.
Sus hijos y sus nietos, en Marimba Nandayapa, interpretarán piezas, con clásicos arreglos del maestro como Chiapas, Frida Quetzalli, Chachalacas, Mirna y Aires mexicanos, entre otras.
Una historia de talento y dedicación familiar
••• Los antecedentes de Zeferino Nandayapa se remontan a principios del siglo pasado, cuando a la capilla de Chiapa de Corzo llegó un kapellmeister alemán o maestro de capilla, un músico y compositor con experiencia y prestigio, que tomó como dos únicos discípulos a Norberto y Ataulfo.
Norberto, padre de don Zeferino, de oficio carpintero, unió la carpintería con la música, de tal modo que fabricó marimbas. El taller lo continuó su hijo Alejandrino y ahora, los hijos de éste, Carlos, Alejandro y Javier.
Zeferino recibió los conocimientos musicales de su padre y armó la agrupación infantil Los Muchachitos, más tarde organizó la Marimba Nandayapa en donde tocaba Álvaro Velasco, a la postre abuelo materno, padre de su pareja de toda la vida, Blanca Luz Velasco.
Se desconoce la fecha precisa en que inició este grupo, la familia de don Zeferino posee una fotografía que data de 1948 en la que al fondo aparece un bombo con la leyenda “Marimba Nandayapa”, pero nadie recuerda nada al respecto.
Sin embargo, se considera 1956 como el año de la fundación del grupo como tal. En 1977 la agrupación recibió a sus hijos Óscar, Norberto y Mario. El menor, Javier se integró hasta 1989.

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